Al puro estilo de un anime japones.
Musiala empezó el segundo tiempo como terminó el primero: creando peligro. A punto estuvo de marcar uno de los goles del Mundial. Amagó a uno, amagó a dos, amagó a tres en el área y golpeó alto. A Alemania sólo le faltaba un tanto para sentenciar. Y lo pudo encontrar en las botas de Gündogan. Musiala, que estaba en todas, se la dio al '21', que remató al palo.
Japón, mejor en la segunda parte, no se rendía. El resultado aún era justo y Asano, primero, culminó una salida a la contra con un disparo desviado y, después, se topó con Rüdiger, que desvió su disparo.
Gonda, que no había estado acertado en la acción del penalti, se erigió en héroe después con paradones a Hofmann y Gnabry, evitando que Alemania dejara el partido visto para sentencia en el 70'.
Y ahí comenzó el resurgir de Japón, que creció mucho con los cambios. Neuer salvó primero a Alemania con una mano imposible, pero en una acción posterior su palmeo fue a los pies de Doan, que envió el balón a la red en el 75'. La 'Mannschaft' perdonó y en un Mudial eso se paga caro. Porque Japón, crecido con el tanto, aún tenía mucho que decir. Y Asano marcó el segundo en el minuto 83. Qué control, qué golazo y qué varapalo para los de Flick en el debut.